¿Estás buscando desarrollar tu marca personal pero no sabés por dónde empezar? ¿Querés dar un primer paso pero no tenés idea de cómo emprender un negocio desde cero? ¿Te gustaría darle un refresh a un proyecto que tenés andando hace tiempo?
Entonces te invitamos a un viaje va a revolucionar tu manera de ver las cosas.
Diseñá tu proyecto es mucho más que un taller creativo o una consultoría: es el punto de partida ideal para darle vida de una vez por todas a esa idea que te viene resonando desde hace un tiempo. Te proponemos convertirnos en tus aliadas de pensamiento creativo y ayudarte a ordenar el caos a partir del Efecto Supernova, nuestro método de trabajo integral que combina herramientas del design thinking, la confianza creativa, un poco de arteterapia y experimentación lúdica.
Ya sea para construir algo desde cero o para rediseñar estratégicamente lo que ya tenés, juntos vamos a intentar identificar tus fortalezas y pasiones para transformarlas en una identidad de marca que te haga despegar.
¿Cómo saber si necesito (re) diseñar mi proyecto?
Tu cuerpo, tu vida y tu rutina te van dando pequeñas señales de que tal vez estás necesitando un empujoncito en la dirección correcta. Acá te dejamos algunas de las más comunes, que fuimos identificando en Supernova con el correr de los años a través del intercambio con muchas personas que estaban en la misma situación en la que (tal vez) estás vos hoy:
Bloqueo Inactivo
A veces el problema no es la falta de creatividad: tenemos miles de ideas pero no sabemos por dónde arrancar. Los pensamientos fluyen, los proyectos toman forma en nuestras cabezas y todo parece estar dado como para avanzar, pero finalmente no hacemos nada. Esto es muy común y se conoce como “Bloqueo inactivo”. Ese miedo al primer paso, o el no saber cómo darlo, termina por boicotear todas nuestras ideas y nuestro proyecto.
Falta de rumbo concreto
La visión estratégica lo es TODO. O al menos es mucho. Un proyecto sólido se sostiene a partir de muchas cosas: no es sólo responder la pregunta ¿cómo tener más confianza en uno mismo? Hay que lograr un norte claro, alineado con tus intereses, tus valores, lo que te gusta hacer; un propósito que funcione como hoja de ruta y la confianza que nace de conocer tus fortalezas y potenciarlas al máximo. Si no tenés claras estas cuestiones, tal vez te estás concentrando en lo urgente pero no en lo importante y no estás sentando las bases que necesitan tus ideas para consolidarse en el mediano y largo plazo.
Procrastinar
Abrís ese archivo en el que tenés toda tu lista de pendientes. Te das cuenta de que es más larga de lo que pensabas. Cerrás el archivo sin hacer nada al respecto.
DANGER
Si tu ejercicio de postergar tareas ya se convirtió en algo de todos los días, necesitás ordenar el caos para darle forma a tu proyecto. Tu confianza creativa o incluso tu propia marca personal se estructura a partir de establecer prioridades y poco a poco empezar a tachar tareas con un método y un objetivo claro. De esa manera no sólo vas a hacer lo que tenés que hacer para accionar de forma real tus ideas, sino que vas adquirir la costumbre de dejar de retrasar las cosas. Y eso, a la corta o a la larga, es algo súper positivo.
Desorden creativo
Tenés ideas. De hecho, tenés muchas. Diferentes entre sí, algunas más ambiciosas, otras más artesanales. Pero de alguna manera no lográs convertir todo eso en algo concreto o accionable. Tu creatividad está, pero está desordenada. Necesitás bajar a tierra todas esas ideas y movilizarlas a través de algunos métodos claros para que pasen de ser simples ideas aisladas a piezas de una estructura que te represente y pueda sostenerse en el tiempo.
Falta de conexión con tu deseo
¿Encontrar mi propósito? ¿Para qué? Tu proyecto sos vos, son tus deseos materializados. Son tus valores, tus gustos, tus intereses y tu historia. Las bases de cualquier proyecto son mucho más sólidas cuando están formadas de deseo genuino. Por eso, un gran primer paso, el fundamental te diríamos, es encontrar ese deseo, ese propósito. Y empezar a construir en base a él. Porque cuando un proyecto está alineado con lo que realmente queremos, se construyen marcas con propósito que terminan siendo las verdaderamente relevantes.
Todo parece estar bien, pero no todo está bien
¿Y si el proyecto me representa, está en sintonía con mis gustos, intereses y valores y hasta se sostiene económicamente, pero no me genera satisfacciones en el día a día? A veces el rumbo es el correcto, pero simplemente necesita algunas correcciones. Un pequeño cambio de perspectiva para que todo funcione. El diseño de una marca personal, o de una identidad de marca que te defina, está atravesado por una sumatoria de pequeñas cosas. Y a veces el resultado correcto se consigue a partir de modificar algunas de esas cosas chiquitas para encauzar un poco el rumbo sin salirse del todo del camino.
¿Te sentís identificadx con algo de esto? Si te respuesta es “SI”, tenemos una buena noticia para darte: podemos ayudarte
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